“Libre opinión y democratización de la vida pública no se entienden sin el 2 de octubre”
Resalta el historiador Sergio Arturo Sánchez Parra que este proceso nacería ante la participación de miles de estudiantes encabezados por el Consejo Nacional de Huelga
Redacción
Culiacán, Sinaloa.- Pensar en el México moderno de hoy y su democratización de la vida pública del país, es traer el pasado al presente, ejercicios de rememoración que se debe hacer, aún cuando un evento sea lamentable como fue el 2 de octubre del 68, reflexionó Sergio Arturo Sánchez Parra.
El historiador e investigador de la Facultad de Historia de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), quien compartió sus conocimientos de este suceso en un breve recorrido histórico, expresó que este proceso nacería ante la participación de miles de estudiantes encabezados por el Consejo Nacional de Huelga, quienes en aquella época pondrían en el tapete de la discusión temas o asuntos que sólo eran de competencia presidencial.
“El plantear que todos los asuntos, es decir, todo aquello que es de interés colectivo tenga que ser debatido públicamente, pero lamentablemente, eso que para nosotros hoy pudiera ser algo extremadamente normal poder discutir en las redes, en medios de comunicación o la prensa todos los asuntos, ventilarlos y debatirlos, lamentablemente en esa época no era posible”, reflexionó.
Recordó, que a casi 55 años de haberse instrumentado la operación Galeana que desembocó en un 2 de octubre rojo, evento en el que los estudiantes tomarían la plaza del Zócalo, corazón político de México un 27 de agosto de ese año, desatándose con ello un enfrentamiento brutal que llevaría a marcar a la nación.
La sociedad mexicana de hoy, reiteró, debe a esta gesta de jóvenes politécnicos y universitarios el que “ustedes y yo podamos opinar libremente”, a la generación del 68 se le debe también el que una nueva generación politizada accediera a las aulas universitarias, instrumentando una serie de cambios y transformaciones en las instituciones de educación superior de lo cual la Universidad Autónoma de Sinaloa no es ajena.
A esta generación, añadió, se le debe también la apertura que se daría a las clases populares en las Instituciones de Educación Superior, y con ello una re orientación del servicio social, sus mapas curriculares y qué decir en materia editorial, surgiendo proyectos hemerográficos como revistas de carácter intelectual y cultural.