Centelladores para detectar radiación cósmica de la UAS, se aprueban para el Gran Colisionador de Hadrones
“Tuvimos un experimento corriendo con nuestros materiales y con dos tipos de materiales más; uno de Chicago y otro de República Checa…” dijo el Dr. Ildefonso León Monzón, del Laboratorio de Detectores de Radiación
Redacción
Culiacán, Sinaloa.- El pasado mes de junio fueron aprobados los materiales centelladores sintetizados por el Laboratorio de Electrónica y Detectores de Radiación del Parque Científico y Tecnológico (PCT) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) ya que demostraron tener un alto desempeño en la prueba previa al experimento real del Gran Colisionador de Hadrones, el acelerador de partículas más grande, construido en Ginebra, Suiza.
“Tuvimos un experimento corriendo con nuestros materiales y con dos tipos de materiales más; uno que viene de Chicago y otro que viene de una empresa en República Checa que se dedica a la síntesis de este tipo de materiales.
Las dimensiones son similares; comparamos y el desempeño de los materiales que sintetizamos aquí en la Universidad Autónoma de Sinaloa fue bastante bueno, incluso tan bueno como los de Chicago”, dijo el doctor Ildefonso León Monzón, colaborador del Laboratorio de Electrónica y Detectores de Radiación de este parque.
Asimismo, contó que este trabajo comenzó en 2010 cuando surgió la inquietud de sintetizar materiales extractores y conductores de luz con aplicación espacial donde la radiación es extrema.
“La técnica que estamos utilizando en el diseño de estos detectores es novedosa, especialmente la parte que corresponde a la extracción de la luz generada por la radiación; esa luz que se genera en los materiales como puedes ver aquí es un espectacular color azul y es el color que detectan los ojos electrónicos que le acoplamos a estos materiales, pero es una luz que tiene que ser guiada hacia estos ojos electrónicos y la guiamos con fibras ópticas”, explicó.
Ese método fue probado y aprobado en el pasado ensayo realizado en el Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN) de Ginebra, en donde se demostró la eficiencia y la colección de la luz para tener señales claras del fenómeno que ocurra.
“Algo así ocurre en los fenómenos que estudiamos ya que hay un ruido allí que no podemos eliminar, pero lo que sí podemos hacer es tratar de elevar la señal que nos interesa; entonces ahora tenemos una estrategia para hacerlo y nos ha ido bastante bien, y de eso se trata nuestro trabajo”, indicó.
Destacó, finalmente, que la siguiente etapa del proyecto será probada en octubre próximo; mientras tanto están calibrando los materiales en el laboratorio donde colabora.
“Las condiciones del laboratorio de los materiales que sintetizamos, las probamos en pequeñas pastillas como aquí les muestro, las probamos con la radiación natural que son rayos cósmicos que vienen del espacio exterior, golpean la atmósfera y ésta tiene oxígeno, nitrógeno, cuando la golpean rompen el átomo y se genera una especie de cascada de escombros y eso son nuevas partículas producto del intercambio de energía que llegan a la superficie, una por minuto por centímetro cuadrado; y lo que nosotros vemos es que tenemos entre 4 y 6 de estas partículas por segundo aquí en el laboratorio; por ello usamos esa radiación para calibrar porque es muy buena”, concluyó.