Héctor Melesio Cuén Ojeda: un ser humano, ciudadano, universitario y político ejemplar

Sobre todo, de innumerables lecciones de trabajo, pues fue un hombre que no conocía el cansancio, reconocen en un comunicado universitario

Redacción

Culiacán, Sinaloa.- La noche de ayer, jueves 25 de julio, quedará como uno de los momentos más tristes de la comunidad universitaria y de la sociedad sinaloense, pues con el asesinato del Maestro Héctor Melesio Cuén Ojeda se cortó la vida de un ciudadano excepcional.

Sobre todo, cortaron la vida de un ser humano único, de un esposo fiel, de un padre ejemplar y abuelo amoroso, de un amigo leal, un hermano inigualable, una persona siempre apegada a los más nobles valores en torno a la familia.

Su vida y su trabajo tuvieron un componente fundamental: la Universidad Autónoma de Sinaloa, donde se formó en las ciencias químicas y a la que sirvió con entusiasmo en diferentes espacios académicos y administrativos.

Su gestión como rector constituye un verdadero parteaguas en la historia moderna de la Universidad, un tiempo en el que la institución vivió una serie de cambios que le permitieron redimensionar sus funciones y desarrollar un amplio potencial en los más diversos aspectos.

El maestro Cuén fue eso: un auténtico maestro de vida, de liderazgo, de convicciones, de valor y de valores, de disciplina, de honorabilidad, y, sobre todo, de innumerables lecciones de trabajo, pues fue un hombre que no conocía el cansancio.

Su visión de la calidad se impregnó en todo el quehacer institucional, incorporando conceptos como la planeación, evaluación y la mejora continua de forma sistemática, lo que ha permitido la excelencia creciente y perdurable en el bachillerato universitario, en licenciatura y en el posgrado.

Uno de los más grandes legados del Maestro Cuén fue la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Sinaloa, ese documento visionario que puso orden a la vida institucional y sentó las bases para un despegue académico nunca antes visto, y que, a casi 20 años de su aprobación, sigue demostrando su vigencia.

En su gestión, y de la mano de su hermano Jesús Alfredo, el deporte universitario logró un desarrollo inédito, posicionándose como la potencia nacional que siempre debió haber sido, cuyos resultados se han sostenido gracias a los programas de apoyo que en ese momento se instituyeron.

Es muy doloroso hablar en pasado de un amigo como el maestro Cuén y saber que su familia ya no tendrá más su cálido abrazo, por lo que expresamos nuestro más sincero pesar a su esposa Angélica, a sus hijos Héctor, María Angélica y Mónica, así como a sus nietos, a los que siempre les profesó un infinito amor. Es estos momentos tan difíciles, les abrazamos con respeto y fraternidad, deseando fortaleza de espíritu para poder enfrentar tan irreparable pérdida.

Como amigos y como ciudadanos, como compañeros de lucha de muchos años, condenamos enérgicamente este cobarde asesinato y exigimos el completo esclarecimiento de tan reprobables hechos.

En medio de los convulsos tiempos que hoy vivimos, en los que la sociedad sinaloense merece certeza en materia de seguridad, donde la entidad ya no será defendida por un diputado federal tan responsable y enérgico como lo sería el maestro Cuén, es evidente que todos exigimos respuestas claras de las autoridades competentes.

Exigimos que la Fiscalía local se abstenga de llevar a cabo conclusiones apresuradas y en respeto a la memoria de nuestro compañero universitario y para garantizar una investigación verdaderamente imparcial, es necesario que el caso lo conozca la FISCALÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA.

No podemos permitir tampoco que este acto de violencia quede impune, por lo que demandamos a todas las instancias encargadas de procurar y de impartir justicia que se atiendan todas las líneas de investigación y no quede una sola sombra de duda en sus resultados.